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La Creación de Dios

Y por qué nunca se la podría confundir con el Big Bang

El relato que nos da Dios de la creación es impresionante. La humanidad nunca hubiera concebido esta versión de los eventos porque aparentan ser ilógicos. Esta es otra de los cientos de razones que prueban que la Biblia es la palabra de Dios y que Dios es definitivamente sobrenatural. Dios creó el mundo con leyes específicas que aplican absolutamente en todas partes y a todos, excepto a Si mismo porque Él es el Creador.

​Para demostrar esto, analicemos Génesis 1 y 2:

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra*. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

En el principio, no hubo ninguna explosión, no hubo ningún evento decisivo tipo Hollywood, no hubo estrepitosos sonidos de trompetas y platillos in crescendo que nos hubieran llamado la atención y hecho saltar de nuestros asientos. Dios simplemente deseó que existieran los cielos, esa insondable amplitud que llamamos espacio, y que en ese espacio Dios creó la Tierra.

​*Esa primera frase en la Biblia pudiera también traducirse “En el principio cuando Dios creó los cielos y la Tierra…” o también “Cuando Dios comenzó a crear los cielos y la Tierra…” lo que nos lleva a la segunda frase que se refiere a lo que se convertiría nuestro planeta. La Tierra no tenía forma, estaba vacía, era oscura como un abismo, y cubierta con aguas.

Entonces resumamos, no hubo explosión, no hubo la formación de una nebulosa que diera lugar a las galaxias, no se habla de agregación y aglomeración de gases y escombros para la formación de planetas. Dios primero crea el espacio y en ese espacio un planeta sin definición precisa. De su descripción “desordenada”, vacía”, “tinieblas”, y cubierta de aguas, podemos inferir que la Tierra era oscura y estaba completamente cubierta de agua. Esto es, era un planeta sin continente. Porque no tenía tierra firme visible y no había luz, se le veía desordenada, vacía, y en tinieblas.

​3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche.

¡Aquí viene la luz! No es lo primero que fue creado como lo insinúa la hipótesis del Big Bang. Viene luego de que el espacio y la Tierra, aún vacía, fueron creados. Podríamos especular que la fuente de luz proviene del Sol, ya que la siguiente frase habla del día y la noche. Con una fuente de luz y materia que la obstruya, se crean sombras. Ya que el Sol está en un punto fijo en el espacio y la Tierra gira alrededor de su eje, en cualquier punto sobre su superficie, cada vuelta se manifiesta por un periodo de luz y de oscuridad, los que llamamos un día.

Y fue la tarde y la mañana un día.

Primer Dia – A Dios le tomó un día para crear el espacio, la Tierra aún sólo cubierta de agua, y el Sol para darle luz y calor. ¿Pudo Dios haber creado todo lo demás ese mismo día? ¡Absolutamente! Pero Se tomó Su tiempo a propósito para así establecer el día de descanso o Sabat, como lo veremos al final.

6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos.

Esta parte es muy importante para entender muchos detalles que ocurrieron entre la Creación y el Diluvio. Para muchos que leen esta parte, la lectura es confusa. En verdad no lo es. Sabemos de los versos anteriores que la Tierra estaba cubierta enteramente de agua. Ahora Dios simplemente separa estas aguas, no verticalmente pero horizontalmente, en dos capas. Algunas de las aguas estarán sobre la Tierra y las otras aguas estarán en la superficie de la Tierra. El espacio entre estas dos aguas es el cielo. El cielo es el espacio cercano a la Tierra que contiene el aire que respiramos o atmósfera*.

Las aguas que fueron puestas sobre el cielo de la Tierra formaron una suerte de envoltura en el limite de nuestra atmósfera que, por las bajas temperaturas en el espacio, se solidificaron en hielo transparente. Este hielo transparente tenia dos funciones. Servía de filtro para proteger a la creación de Dios de los mortales rayos ultravioletas solares. Esto explica por qué los antediluvianos vivieron cientos de años (Ver Génesis 5:3-32). Noten que la gente postdiluviana gradualmente comenzó a vivir vidas más cortas. El escudo de hielo transparente también creó un medio ambiente estable libre de temperaturas extremas, libre de tormentas, y de cambios climáticos. Esto explica por qué la gente antediluvial no necesitaba protegerse mucho del medio ambiente y por qué la fauna, flora, alimentos, y la vida humana era abundante durante este periodo. En la ciencia, este es conocido como el Periodo Carbonífero.

*Genesis 7:11-12 cuenta que las aguas durante el diluvio provenían del subsuelo y del cielo. Del subsuelo porque el único continente existente en ese tiempo (Pangea) se subdividió por las fuerzas que ocasionaron la deriva continental, y del cielo porque la capa de hielo protector ubicado encima de nuestra atmosfera se derritió precipitando enormes cantidades de agua. Para más información sobre el tema visitar la página “Atea/Científica/Escéptica”.

Y fue la tarde y la mañana el día segundo.

Segundo Día – Le tomó a Dios todo un día para separar las aguas en la Tierra y formar la envoltura de hielo sobre el cielo, pero el planeta seguía cubierto de agua debajo de esta envoltura. ¿Podría Dios haberlo hecho en un segundo? ¡Claro!

9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.

Ahora Dios hace surgir un continente por encima de las aguas que cubrían la Tierra. Cuando ocurre esto, naturalmente las aguas fluyen por las pendientes hacia las cuencas que Dios llama mares. La ciencia llama a este continente primordial Pangea. La Tierra ya con un continente, Dios lo cubre con vegetación. Plantas y árboles que producen frutos con semillas para su continua propagación. Noten que Dios no plantó semillas, creó plantas y árboles completamente desarrollados. Dios se muestra complacido con su creación. Un detalle a notar es que Dios crea organismos que pudieran reproducirse “según su género.” Dios repite este hecho. Cuando Dios repite alguna cosa es porque es importante.  Curiosamente, la reproducción según el género de cada organismo refuta cualquier noción de evolución que sugiere el cruce de géneros para crear organismos supuestamente más aptos al medio ambiente.

13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.

Tercer Día – Dios hace todo con un propósito y con un detalle deliberado. No forma el continente hasta que la Tierra estuviese completamente protegida de los elementos que Él mismo ha creado. Ni bien establece el continente, Dios lo puebla con vegetación completamente establecida para que su próxima creación pueda subsistir y prosperar. Con esto Dios demuestra Su inmenso amor y cariño por todo lo que crea.

14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

Aquí Dios crea las estrellas que vemos desde la Tierra. Claro, no todas las estrellas que observamos en el espacio son soles, pero pudieran ser meteoros, planetas, cometas, galaxias, y constelaciones. Estos emisores o reflectores de luz nos ayudan a determinar las estaciones, días, y años al observar su particular ubicación en el cielo. Dios también crea la Luna y Se alegra de su creación. Hay una digresión para enfatizar el rol que tiene el Sol como fuente de luz durante los días y el rol de la Luna como fuente de luz durante las noches.

19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.

Cuarto Día – Antes que Dios continúe con su labor creativa en la Tierra, decide colocar signos en el espacio que pudieran utilizar las creaciones a venir para darles puntos de referencia en el contínuo tiempo-espacio. Coloca la Luna a una distancia precisa de la Tierra para que genere, por la atracción natural, suficiente movimiento de las aguas y fomenten la necesaria circulación del mar junto con las fuerzas generadas por la rotación terrestre.

20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.

Dios, ahora que pobló el continente con plantas, las que sirven de alimento y cobijo, pasa a crear aves de todo tipo para que prosperen. Dios también crea todo tipo de peces y demás criaturas y organismos acuáticos que viven en las aguas y les transmite Sus bendiciones. Nuevamente Dios recalca el punto que hizo anteriormente; “según su género” y “según su especie” cuando se refiere a la manera de reproducción de todos los organismos que acaba de crear.

23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.

Quinto Día – Cada día de creación fue intencional y sigue las necesidades de alimentación de los organismos que Dios crea. Algunas aves se alimentan de semillas de plantas y árboles, las que a su vez ayudan a propagar con sus deposiciones. Otras aves se alimentan de peces y de organismos acuáticos. Toda creación viene luego de que Dios predispone las condiciones para su supervivencia.

24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

La Tierra tiene vegetación, tiene aves volando y anidándose por doquier, y tiene peces y todos los organismos acuáticos en las aguas. Luego Dios crea a los animales que viven en tierra y le place Su creación. Crea animales de todo tipo para que se reproduzcan “según su género.”

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre* a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra**, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Ahora que la Tierra está poblada, de acuerdo con Su voluntad, con toda clase de animales en las aguas, los cielos, y el suelo, Dios está listo para su obra maestra. Dios crea a los seres humanos. ¿Por qué Su obra maestra se preguntarán? Bueno, a diferencia de los otros seres creados hasta este momento, Su creación ahora es a Su semejanza y con la libertad de escoger. Noten que Dios se refiere a Si mismo en plural; “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.” Esto lo tomo como que se refiere a Si mismo como la Trinidad especificada en otros pasajes de la Biblia; el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Dios encarga a la humanidad la responsabilidad de reinar sobre todos los demás seres creados. Esto significa que debemos cuidar las plantas, aves, peces, y animales. Es más, la primera labor que Dios dio a Adán era de nombrar a cada ser creado.

​*Esta frase también puede ser traducida “hombre” que en hebreo se pronuncia “adán”.

**Esta frase también puede ser traducida “toda la tierra.”

27 Y creó Dios al hombre* a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

En caso no lo captamos la primera vez, Dios enfatiza lo que dijo anteriormente. Cuando Dios repite algo, es porque es un dato importante. Dios enfatiza que Él creó a los humanos “a su imagen.” Esto es importante. No somos como los otros animales creados antes que nosotros. Somos especiales. Fuimos creados a Su imagen. Por lo tanto no actuemos como animales. Dios también enfatiza que fuimos creados varones y hembras. No hay lugar para dudas o reconsideraciones sobre nuestra sexualidad. Cualquier pensamiento de ese tipo no proviene de Dios.

*Esta frase también puede ser traducida “el hombre” que en hebreo se pronuncia “ha-adán”.

28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra**, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Dios repite con una bendición Su deseo que la humanidad se reproduzca abundantemente, y que reine y gobierne sobre los demás seres vivientes que Él creo para nuestro beneficio.

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.

Dios parece recordarnos todo lo que hizo por nosotros. Nos recuerda de todas las plantas que creó que podemos usar como alimento, de las plantas que los animales en tierra y en el cielo usan como alimento, así como de todos los animales. Todo lo que tiene vida Él creo para nuestro beneficio. Dios es omnipotente, sin embargo, nos ama de manera especial.

Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Sexto Día – Dios estuvo muy ocupado en último día de creación. Crea a todos los animales terrestres de nuestro planeta. Desde los inmensos dinosaurios hasta la lagartija más pequeña. Crea todos los invertebrados (insectos, moluscos, anélidos, artrópodos, etc.) y vertebrados (anfibios, reptiles, mamíferos, etc.). Finalmente, Dios crea al hombre. Genesis 1 es como un resumen de lo que ocurrió en la creación. Dios condensa la creación de los humanos y no es hasta que llegamos a Genesis 2:7 que nos da los detalles.

2 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

Séptimo Día – Luego de seis días de creación, cuando Dios creó el espacio, la Tierra y todo lo que esta en ellos, Dios reposó, que también puede traducirse como “cesó”. Esta segunda opción es tal vez más apropiada porque Dios obviamente no se cansa. El punto que Dios quiere hacer es que luego de seis días de trabajo sigue un día de reposo, lo que luego se definirá como el Sabat (Éxodo 16:23) cuando Moisés ordena a los Israelitas a que “todo lo que os sobrare (del maná del día sexto), guardadlo para mañana.” “Mañana es el santo día de reposo consagrado a Jehová.”

3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

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